Un nino es secuestrado, apartado de su familia, castrado y confinado en un haren. Asi se inicia la historia de un eunuco, y nadie como el conoce la dureza de la vida en los harenes de Constantinopla y las tragicas vicisitudes de las mujeres que los habitaban. La imagen que a menudo se ha dado en Occidente de los harenes ha estado marcada por el exotismo, el lujo y la ociosidad, pero la vida de las jovenes alli confinadas, y la de los eunucos que las custodiaban, era mucho mas dificil de lo que podria imaginarse. Esta novela nos ofrece en cambio una imagen realista y descarnada, con todos sus claroscuros, de la vida de un grupo de mujeres oprimidas y explotadas. Sin embargo, el narrador y protagonista de esta historia, un eunuco que interviene en los problemas sucesorios de la corte, juzga esta situacion desde su particular punto de vista, que en Occidente puede resultarnos a un tiempo sorprendente y sugestivo.